Yo tengo una:
Una noche saliendo del trabajo pedí un coche. No me gusta viajar en el asiento trasero, así que cuando llegó abrí la puerta trasera, metí mi maleta y le pregunté si no le importaba que viajare enfrente. No vi su rostro pero una voz joven me dijo que no había problema. Así que me subí y me di cuenta que era un muchacho de unos 25 años, lo supe porque en el trayecto hicimos plática. Era muy delgado, pero estaba rico.
Durante el trayecto sentía que le agradaba y durante la conversación toqué su mano mientras hacía un ademán (que hice para ver cómo respondía). Sentí como se emocionó cuando sujeté su mano. Fue demasiado obvio que le gusté cuando me preguntó si tenía novia o algo. Le respondí que estaba casado, resultó que él también, de muy joven se había casado y aunque estaba satisfecho, parecía que le habían cortado las alas para experimentar un poco más. Al menos hasta esa noche.
Nuestro camino fue largo debido al tráfico y durante ese tiempo continué haciendo que nuestros brazos y pies se tocaran, así como le tomé de la pierna. Cuando lo hice, sus ojos me voltearon a ver, como si hubiera prendido algo en él y al observar bien sus pantalones, noté que efectivamente le había prendido la verga.
Me miró a los ojos con deseo y le dije que se orillara en una calle oscura. Fajamos unos cinco minutos y después me abrí el pantalón. Como si fuera un dulce que siempre había querido comer, tomó mi verga y se la empezó a tragar desesperadamente mientras se la jalaba. No tardamos en venirnos, él en sus manos y yo en su boca.
Le pregunté si le había gustado y me respondió que jamás había hecho algo así. "No te preocupes" –le dije, "Nunca es tarde para comerte una buena verga. Seguro que no será tu última.", solo le quedó reírse incómodamente.
Con eso, comenzamos de nuevo el viaje. Seguro que me costó más de lo que generalmente pagaba, pero si le di sus 5 estrellotas muy bien merecidas por la mamada.