que onda ando con ganas de una vieja y un wey osea una pareja para cojer sin broncas ni malos rollo yo activo discreto al sur
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que onda ando con ganas de una vieja y un wey osea una pareja para cojer sin broncas ni malos rollo yo activo discreto al sur
pues yo me apunto no mas digan pacuano y me mandan privado pa organizar
Yo Bi, inter, sin broncas mentales
me urge mamar panocha!!!!!
hey yo me apunto para algo, lo difícil esta en encontrar a la chica, puesto q hombres sobran para todo esto, creo q son de las mejores fantasías y de lo mas excitante.
Quiero que me la mrtan bisexuales avisen y armemos algo
yo tambien me apunto..
masoco bi pasivo , 40s a sus ordenes
me encantaria servir a una pareja asi
Yo soy afortunado. Yo cojo con un matrimonio y a ella y a él les doy verga. Pero lo mejor es que son una pareja que al cabo del tiempo se han vuelto muy amigos míos.
Trío bisexual, mi fantasía no cumplida, vaya que eres afortunado metocavivir
Apuntadiiisimo, q rico debe ser, super exitante!!! Escribanme xfa!
Esta de viaje mi novia y quiero poder tener un trio bisexual, tanto con mujer y hombre. Alguien que pueda sugerir un plan para que se cumpla? Solo tengo una semana.
apuntado para trio bi
pongan vieja y yo pongo la verga, mi fantasía ahora y desde hace.unos días es un faje con "metocavivir"
awevo que yo le entro
Apuntado avisen!
La experiencia que les voy a relatar fue con un matrimonio que eran amigos míos desde hace años, e incluso habíamos hecho ya algunos intercambios esporádicos, todos ellos muy placenteros.
Esa ocasión no fue así, pues me habían invitado a participar con ellos en trío, al saber que yo ya no contaba con una pareja para éstos menesteres.
Siempre me gustó mucho la plática de ambos. Teníamos mucho en común. Así que después de un buen rato de plática trivial, pero rica (y hasta necesaria), las cosas se pusieron a modo para pasar a lo siguiente.
Yo me levanté a tomar una lata de refresco que habíamos comprado cuando la esposa de mi amigo se levantó también a tomar una. En ese momento ella se acercó a mí y comenzó a besarme. A la fecha, echo de menos la forma de besar de esa mujer. Mi amigo de pronto se nos incorporó y ahí comenzó todo.
Luego de varias posiciones, hubo una que especialmente recuerdo: Yo estaba de pie al borde de la cama penetrando a la mujer de mi amigo, que estaba de a perrito empinada, mientras él estaba recostado boca arriba entre el cuerpo de ella, quedando la cabeza de mi amigo también al borde del colchón.
Mientras yo la penetraba, él se acomodó para mamarle su panochita. Y en esas estábamos cuando de repente comencé a sentir que él también lamía con su lengua el tronco de mi verga.
Debo confesar que sí me sacó de onda, pues no tenía contemplada esa dinámica. Y sin embargo, les mentiría si les dijera que no era placentera la sensación. Así que por eso y también por miedo a incomodarlo, continuamos así un rato más haciendo como si no pasara nada.
Para ese entonces yo no podía mencionar nada, pues también pensé que mi amigo me había mamado en esa posición y en el momento en el que ella no notara lo que estaba sucediendo.
Minutos después de seguir con otras posiciones, incluso de que mi amigo se cogiera a su esposa… hubo un momento en el que ella comenzó a mamarme mientras su esposo veía con complicidad y beneplácito lo que sucedía en ese momento entre nosotros.
-Te gusta su verga, verdad? – Le preguntaba a su esposa, quien por obvias razones, no podía contestar. Esa y algunas variaciones de esa pregunta redundaron por unos minutos hasta que la esposa de mi amigo se sacó mi verga de su boca.
-Sí, me encanta mamar, pero a ti te adoro. – Y lo atrajo hasta donde estaba ella y comenzaron a besarse. Hacían muy bonita pareja, porque pese a que eran muy cachondos, en todo momento se demostraban cuánto se amaban.
Entonces ella comenzó a besarlo con ese tipo de besos que son más de amor que de pasión.
Cuando se acabaron las dosis de esos besos, comenzaron los otros: Mientras ellos se besaban, la esposa giró su cabeza hasta que nuevamente sus labios alcanzaron mi verga. Y así estuvo unos instantes, un rato en sus besos, un rato mamándome, hasta que de pronto en medio de sus bocas estaba mi verga.
Como suele suceder en los momentos más intensos, no supe ni cómo ni en qué momento de pronto estábamos viviendo esa situación que era nueva para ellos y para mí. Ellos se estaban besando, mientras me mamaban, alternándose mi verga entre la boca de él y la de ella.
Aquel fue un orgasmo que aun recuerdo y me arranca una sensación de agradecimiento a esa pareja a quien tuve el honor de conocer. Hubo más encuentros. Si les gustó éste, háganmelo saber para contarles lo que pasó en los subsecuentes.
Sigue contando!!!
metocavivir como siempre una rica chaqueta leyendo.tus relatos. gracias
muyc chido el relato
si lo arman avisen yo con gusto le entro
No me gusta mamar verga, pero no la hago de a pedo si fuera con sabor a panochita!!! Uuuy ni de a pedo la hago!!! Mamar panochita mientras la penetran tmb debe ser increible!!!
La Hora Feliz
Ese sábado, mi amiga y yo decidimos divertirnos en el legendario Bar Tuy. Para quienes no saben a lo que me refiero, ese bar es la antesala de lo que sucede en las habitaciones de un hotel swinger allá por la sórdida colonia de los doctores.
La noche parecía transcurrir en medio de la ruidosa música que solamente permitía a las parejas voltear con disimulo a otras mesas. Pero por ahí de las 2AM, antes de cerrar, el lugar nos recompensó con su ya celebre Hora Feliz.
En ese bar, la hora feliz no es el clásico 2x1 en bebidas. La Hora Feliz es ese momento en el que el grupo musical deja de tocar las cumbias, los merengues, los pasitos duranguenses, y cualquier otro ritmo de arrabal, cediéndole paso a la música suave y en el que se apagan todas las luces del local, en una invitación tácita que los presentes se supone debemos sobrentender.
Mi amiga y yo subimos a la pista a bailar mientras nos besábamos. Otras parejas hicieron lo mismo. Con la complicidad de la obscuridad, y a su vez con mis ojos intentando adaptarse a ver entre la penumbra, pude darme cuenta que a nuestro lado había una pareja mirándonos con insistencia. Ella era una mujer robusta, con enormes senos y pelo rizado. Su esposo era aun más robusto, como de 1.90, de bigote, calvo y con aspecto de esos hombres que son del norte. Al pasar los minutos, el disimulo se iba esfumando, abriendo paso al motivo que nos tenía ahí a todos.
Yo acaricié con mucha delicadeza a la señora, quien a corta distancia me pude dar cuenta que era una mujer muy guapa. Olía muy rico, y ese olor a limpio condujo mis labios a su cuello, al lóbulo de su oreja y obviamente a su boca. Para ese entonces, la pista estaba llena, y podía percibir ya un comunal faje entre todas las parejas que estaban ahí, de forma que mientras yo estaba besando a la mujer, y cuidando a que mi pareja estuviera bien atendida por el marido de la mujer a quien en ese momento estaba besando, poco era lo que podía hacer para saber de dónde venían todas esas manoseadas que yo sentía. En reciprocidad de circunstancias hice lo mismo: con una mano acariciaba el cuerpo de la señora mientras con la otra mano, tocaba los senos de alguna otra mujer que estaba ahí, en algún punto de la pista, fuera del alcance de mi vista pero al que mi mano llegaba a tener acceso.
Entre todo ese coctel de sensaciones, me di cuenta que la mujer con la que estaba fajando, miró a mi amiga con esa mirada de deseo que justamente le gusta , así que ella le regresó una sonrisa y otra mirada coqueta.
No tardaron mucho en pasar a la acción. Después de las miradas, ellas se acariciaron los senos y se fundieron en un beso que me dejó fuera de la jugada. Así que para no estorbar, jalé a mi amiga para que se pusiera frente a la señora quedando yo detrás de ella, cuidándola de las manos de tantos singles gañanes que llegan a colarse y justo a esa hora suelen acercarse.
Mis manos seguían por doquier. A veces acariciando las nalgas de mi amiga, y a veces perdiéndose en los senos de alguna dama que me quedara cerca. De la misma forma, yo sentía cómo continuaban manoseándome. Incluso, algunas mujeres acercaban sus labios para compartir un beso de esos que das una sola vez a alguien a quien nunca más vuelves a ver.
De pronto sentí un jalón más fuerte de lo normal, como si en lugar de manosearme me estuvieran masturbando. Es ahí cuando traté de poner más atención. Cuando yo me detenía para ver quien me estaba jalando la verga, la mano dejaba de hacerlo y se perdía por unos segundos. E instantes después, nuevamente sentía la mano haciendo esos movimientos furtivos, como si le urgiera que me viniera entre sus dedos.
Así que en lugar de detenerme, entre ese momento bizarro de obscuridad, de cachondería colectiva y con la verga fuera de mi pantalón, seguí moviendo mi pelvis, como sin nada ocurriera, pero a la caza de esa inédita mano chaquetera. Entonces calculé, y en un movimiento repentino, y por eso mismo quizás un poco rudo, pude sujetar el antebrazo de quien me estaba masturbando.
Era el antebrazo velludo y fortachón del marido de la mujer con la que mi pareja se encontraba cachondeando. Yo me sorprendí, pero no pude ni siquiera procesar nada, porque cuando lo sujeté estaba yo en medio de una pista de parejas todas fajando entre ellas, hecho que él aprovechó para zafarse, acercarse a su esposa, y en cuestión de segundos quitarla de la pista y esfumarse del área de cachondeo colectivo.
Yo aun me quedé otro rato bailando con mi pareja, hasta que volvieron a encender las luces. Habían pasado unos 15 minutos de que ellos se habían retirado de la pista.
Sin saber absolutamente nada de lo que había sucedido minutos antes, mi amiga estaba ya sudando y con el corazón latiéndole rápido por todo el manoseo que había recibido en la pista. Con su rostro enrojecido por lo acabado de vivir, me dijo tenía sed, que le pidiera algo de beber mientras ella iba al baño.
-Te acompaño, yo también necesito ir – Le contesté.
Mientras yo pedía más bebida, aproveché para -sin que mi amiga se diera cuenta-, preguntarle al mesero si había visto a la pareja de quienes les relaté, dándole la descripción física de ambos.
-Ah, sí. Pagaron y se acaban de ir - Me dijo.
Así que sin darle mucha importancia, Fui al baño junto con mi amiga. Quedamos de, al salir de los tocadores, vernos en el área de guardarropa, para regresar juntos a nuestra mesa.
Los baños de ese bar se encuentran en la entrada, al lado del guardarropa. En esa área hay un joven que se encarga de guardar las pertenencias de valor, cobrar el cover y dar, al final de su estancia, una especie de pase de salida que las parejas tienen que entregar al policía que está a unos metros de ahí. Pasar por el guardarropa es inevitable cada que alguien va al baño.
Cuando entré al baño había un hombre frente al mingitorio. Era él. El mismo marido fortachón que hacía unos minutos había aprovechado la obscuridad para agarrar mi verga. Cuando abrí la puerta del baño él estaba de espaldas y no me vio. Sin embargo yo pude en pocos segundos darme cuenta que era él, de que estaba bien mamado, y que se veía más calvo, más bigotón, y menos alto con la luz que iluminaba ese baño.
Yo me acerqué como si nada al mingitorio al lado de él, más por instinto que por premeditación. Sin voltear me saqué la verga y cuando comencé a orinar, el fortachón me miró de reojo y enseguida sentí su vibra de sobresalto. Fue un momento realmente incómodo, pues él ni yo volteábamos, pero con el rabo de nuestros ojos podíamos ver lo necesario para saber que estábamos ahí uno al lado del otro.
Mientras los fluidos de mi orina se iban debitando, pensé qué hacer. No sabía si voltear a verlo, no sabía si saludarlo, no sabía.
Y cómo es el instinto de traicionero qué lo único que hice fue lo último que mi cerebro hubiera dictado. Así que sin voltear mi mirada, en un movimiento repentino, tomé con fuerza su peludo antebrazo. La reacción del tipo me hizo saber que no esperaba que yo hiciera eso, porque en ese momento, se volteó y me miró -ahora sí-, de frente con unos ojos agresivos y retadores.
Yo no le respondí de la misma forma. Si hubiera jugado su juego seguramente nos hubiéramos puesto ahí mismo una madriza. Pero tampoco lo solté. Mi mano continuó sujetándolo mientras lo miraba sin ganas de hacer un teatro, pero con ahora con mayor fuerza, y en definitiva sin miedo.
No se necesitaron mediar palabras para saber que una pelea era lo que ambos menos queríamos, justamente en ese lugar. Su reacción más bien fue una reacción natural, como la de alguien que se siente amenazado.
Así que sin darle tiempo de pensar (porque yo tampoco lo pensé mucho), llevé su mano a mi verga para que me la sobara. Ésta vez lo hizo con movimientos más nerviosos y torpes. Apenas duramos así unos segundos y yo perdí el interés. Entonces lo solté y guardé mi verga a media erección y me fui a lavar mis manos. Él hizo lo mismo, sus movimientos eran más lentos y tardó unos segundos en llegar al lavamanos que estaba al lado de donde yo estaba.
Ahora aprovechamos que estábamos frente al espejo para mirarnos por medio de éste. Cuando terminé de lavarme las manos me eché agua en la cara. De igual forma, el fortachón hizo lo mismo, sin dejar sus movimientos pausados, pese a que no era un hombre que pareciera exceder mi edad.
Me sequé mis manos y cara con las servilletas esas de papel que hay en los baños. Tomé un par más y con un semblante amable extendí mi mano y se las ofrecí. Él las recibió y me devolvió una sonrisa raquítica y pudorosa que sirvió de despedida.
Fue entonces que abrí la puerta del baño para reencontrarme con mi amiga. Al salir, ella estaba platicando con la esposa de mi amigo el fortachón de bigote que segundos antes me había estado agarrando la verga. Platicaban muy animadas y cuando mi amiga me vio salir, me presentó con ella.
Luego de saludarla y despedirme respetuosamente, mi amiga y yo regresamos al bar, donde ya nos estaban esperando las bebidas con los hielos casi derretidos.
Mi amiga muy emocionada me dijo:
-Oye, qué casualidad: Cuando yo entré al baño me encontré a ésta chica y es super linda. Cómo son las coincidencias, no?
Yo no le contesté con palabras, solo asentí con un movimiento de cabeza mientras bebía de un solo trago mi naranjada.
Mi fantasía de toda la vida, he conocido a muchos que igual les gustaría, pero el gran problema es encontrar a la chica que le guste esto y acepte.
Yo soy bi y es mi fantasía me apunto di es que arman algo
cuando se arma ago entonces, la onda es la chava qie se la aviente en realidad
pff una de mis mayores fantasias!! cojerme a una chica q este rika junto con un compa :P pff se me para la verga de pensarlo
Yo me apunto
vamos a hacerlo con una puta, quien se anota?
Yo
papas manden privado, y busquen una puta por internet, yo igual voy buscando
aca para lo que se ofresca
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