En diciembre pasado, sobre calzada del hueso le hice la parada a un taxi, me abrió la puerta un hombre bastante interesante, le calculo unos 45 años a lo mucho, rostro muy atractivo, pero lo más llamativo era sus brazos tupidos de vello. La verdad estaba bastante bien, tenía una voz muy varonil y llevaba un suéter. Comenzamos a hacer la plática de trivialidades, eran como las diez de la noche y normalmente es mi estrategia para asegurarme de que no voy con un asaltante. Rápidamente me preguntó si ya iba a descansar y le dije que sí, a lo que me contestó que con el frío se antojaba estar en la cama bien caliente. "-pero ahorita no tengo frío, me dijo, con toda esta pelambre siempre tengo calor", y que se quita el suéter quedándose sólo en camisa blanca. No inventen, el tipo estaba hiper velludo... yo, disimulado, le dije: "a poco de veras es muy velludo" como si no lo mirara, y me dijo: "sí, no quieres tocar" pues que lo acaricio y me llevó su mano por todo el pecho. Le ofrecí un cigarro y le pregunté si también de más abajo estaba peludo y me dijo: "tú dirás", enfiló sobre canal de Chalco y llegamos hasta el bosque de Tláhuac, lugar perfecto porque como ya era noche, casi no había carros y se bajó el pantalón, me pasé hacia adelante y comencé a mamársela, buena verga, medía como 20 cms, muy gruesa, la verdad es que todo el tipo estaba riquísimo. Me la mamó, nos besamos, sus piernas estaban de lujo: todo él era una maraña de pelos, pero de ese vello muy sexual, rico. Se vino en mi boca de manera abundante después de unos 20 minutos. Me dijo que vivía por la colonia del mar, pero que siempre rolaba de la zona rosa hacia el sur, así que hay que buscarle, es cuestión de suerte y de encontrarlo cachondón. El taxi era un tsuru a su nombre, pero no me acuerdo más.
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