Que interesante tema.
Pero mucho más la dinámica que se genera cuando se aborda.
Aceptar que alguna vez hemos discriminado puede resultar lo mas sencillo, en el sentido de "Vale madres", o complicado, por ser, como dijeron en algun momento, algo políticamente correcto.
Lo cierto es que permeados por la cultura que tenemos y la herencia del sometimiento, lo que hemos heredado es que para trascender hay que limitar, devaluar e impedir el paso del otro, creo que en la esencia eso es la discriminación.
Sumando a la discriminación por expresión de género, tenemos entonces la gran revoltura que hace que México sea uno de los países en donde más se discrimina y quizá no esa, en la que es tan gráfica como aquel vídeo de un hombre golpeado a una mujer negra en el metro de España, no sino aquella que esta a diario pero que es imperceptible, esa discriminación sutil.
Total, pues discriminamos a quien tenga rasgos indígenas, les decimos Nacos, Marias, Parece de pueblo, chindito, en fin... Y en muchos casos sólo se perciben para una función específica, el sexo, y le nombramos chacal, para coger bien rico y todo un fetiche, pero poco para pensansar en construir un proyecto de vida en común, pues claro como voy a andar con un albañil... a esos namas se les coje, entonces esa persona es reducida al fetiche.
Y el caso de las Obvias... en el fondo esta porque hemos aprendido que todo lo femenino es menos, y aunque salgan los resistentes a decir que es mentira, mientras no se dejen de usar frases como "pareces vieja, no te rajes, eres una nena" existirá la exigencia para los hombres a ser siempre másculinos.
Y si le sumamos la clase... "hay que mejorar la raza" eso es una combinación de la etnofobia y el estatus económico.
Total pues que estamos en una cajita inmersa de exigencias que ni decidimos, y que al entrarle le sufrimos bastantito, por cuadrarnos en esa caja.
Rechazamos a las obvias, sin considerar quiza que esa puede darnos la cogida de nuestra vida, hasta penetrar de lo más rico, pero no lo preguntamos y tampoco, tal vez se lo permitimos, porque no tenemos otro orden de pensamiento, más ese, el invisible de la exigencia del deber ser...
Pues suerte, porque mientras no cuestionemos la discriminación seguiremos siendo afectados por la misma, y por lo tanto no teniendo perspectivas de vida, y por lo tanto sufriendo para alcanzar y conseguir la vida que se nos pide, no ya a gays, sino en general a las personas. Una en donde mejoremos la raza, sigamos con la doble moral, en donde no seamos obvios en nada, en la que encontremos al ser perfecto, aquel hombre gay exitoso que pueda estar a mi nivel.
En fin, les dejo para la reflexión, claro a quién le guste ser crítico de su realidad.
27 años, zona oriente de la ciudad.
Versátil, más gusto por el faje, el oral y chachondeo general que la penetrada, claro no la desprecio.