Ok, aquí voy... Uno de mis momentos más incómodos que he tenido como producto del cruising fue una vez que llegué al trabajo con una mancha evidente de semen en mis jeans :s ... aquí la historia:
Resulta que tenía que ir a una capacitación en mi trabajo, así que podía ir con jeans y camisa (generalmente visto de traje). Me subí en Indios Verdes, en el séptimo vagón, última puerta, en hora pico de la mañana. Para mi suerte quedé justo en la esquina de la escalera de emergencia, rodeado de tipos atractivos en su mayoría, algunos chacalones y otros maduros oficinistas, pero de buen ver. Sin embargo, justo frente a mi quedó un chico como de 22-23 años, delgado, blanco, de mi estatura, bastante lindo sin llegar a ser afeminado.
Comenzamos con las típicas miradas y coqueteos, y con los movimientos del transcurso logramos acercarnos completamente. Como ya sabrán, en cada estación sube más y más gente, así que sin problema alguno, de pronto nuestros cuerpos comenzaron a rozarse y como reflejo comenzamos a tocarnos. Recuerdo que lo abracé para poder pasar mi mano por detrás suyo y poder tocarle desde la espalda hasta el trasero; tenía unas nalgas súper ricas, nada exagerado pero bien mamable y cogible, supongo. Para ese momento el ya venía tocando mi verga con gran destreza, pero lo mejor de todo es que me miraba como si nos conociéramos de toda la vida; el momento realmente fue agradable.
En Potrero se subió otro chico, alto y algo simpático, pero de plano nada discreto; como pudo logró meter su mano hasta mi verga y en menos de lo que me di cuenta ya me había bajado el cierre y sacado la verga, ni pronto ni perezoso comenzó a jalármela, y aunque me puso a mil, me incomodó un poco su interrupción, así que le quite la mano, y me acomodé de tal manera que pude seguir fajando solo con el primer chico. Me guardé la verga y apunto estuve de besar al chico, pero la neta no acostumbro besar a desconocidos en el metro, aunque la ocasión lo ameritaba. Seguimos en lo nuestro, y entonces fue él quien en esta ocasión me sacó la verga, pero me la tocaba tan rico, que de acordarme ya se me está parando otra vez... para este momento yo ya tenía mi mano dentro de su pantalón, y estaba disfrutando de su culo tan rico, nalgas redondas y lampiñas, y un culo ligeramente velludo, sin exagerar. Estaba realmente delicioso el tipo y no me faltaban ganas de meterle un dedo, pero por higiene no lo hice. Nuevamente me guardé la verga porque para este momento ya me sentía súper caliente, pero al parecer él también así que volvió a insistir y yo a negarme, pues además me tenía que bajar en un par de estaciones más. De pronto acercó su boca a mi cuello y como si ya me conociera, supo exactamente donde besarme al mismo tiempo que metía nuevamente su mano a mi pantalón, por encima del cinturón, hasta llegar a mi verga; fue tan cabronamente rico e imprevisto que la adrenalina me subió a tope, cerré los ojos y me dejé llevar... sólo recuerdo que estábamos llegando a no sé qué estación, la gente comenzó a moverse, el sacó su mano humedecida con mi semen, se limpió en su pantalón y me sonrió con complicidad. Yo simplemente me quedé mudo y con las piernas temblando tras tremendo orgasmo y los nervios que me generaron tremenda situación. Recuerdo que ni siquiera le respondí la sonrisa, y mucho menos intenté bajarme detrás de él aún cuando me hizo señas. Me arrepiento.
Justo me bajé en la siguiente estación, bajé la mirada hacia mi entrepierna y descubrí tremenda mancha húmeda! me cubrí con un morralito que siempre cargo, y entonces se me nubló la vista y ahora sí me llegaron los nervios de verdad, pues estaba a unos cuantos pasos de mi trabajo, era tardísimo y no tenía oportunidad de hacer nada, absolutamente nada, ni siquiera pasar al baño; vaya, ni papel traía conmigo :S No me quedó más remedio que encomendarme a mi suerte, cubrirme con mi mochilita y esperar que nadie se percatara. Entré a la oficina, me senté hasta atrás y sólo esperaba no desprender algún aroma "raro". Afortunadamente nadie se dio cuenta, para cuando terminó el curso ya casi me había secado, pero ya se imaginarán lo incómodo y susceptible que me sentí, no quería que nadie se acercara a mi o me volteara a ver.
Para mi fortuna nos dieron el día libre, y corrí de regreso a casa para masturbarme y tomar una ducha... pero esa es otra historia. :D
*Lo siento si me extendí demasiado, pero me agrada recordar cada detalle de las mejores cosas que me han pasado :D