Pues fui y para empezar hay dos regaderas, o sea unas que están atrás del Seven Eleven y otras que están en el estacionamiento de trailers. Primero llegué a las de atrás del seven y me dijo que las otras son para familias y que esas sí son para puros hombres.
Pagué 40 pesos, y no fue una experiencia memorable. Primero no había nadie, y les cuento que las regaderas tienen puerta y paredes muy altas, aunque afuera de cada una hay una banca para sentarse y dejar las cosas. Las instalaciones no son bonitas pero no están mal.
Después de unos minutos llegó alguien, me saludó mientras yo estaba en boxers rasurandome (hay dos lavabos con espejo para todos), lo malo es que se fue a la otra fila de regaderas. Me metí al baño (que solo es uno) y por una pequeña ranura podía ver como se encueraba el bato, que por desgracia no se desnudó por completo, se metió con truza a la regadera, e hicimos contacto visual pero nada.
Me metí a mí regadera, todo normal y aburrido. Salí y llegó otro hombre que se puso a un lado de mí, se quitó la ropa, pero igual que el otro, no se quitó el calzón y así se metió. Ya que me iba llegó otro, que no estaba mal pero pues ya no tenía excusa para estar dentro.
En conclusión, me parece que el lugar no tiene movimiento ni que nadie vaya buscando algo, aunque yo creo que sí tiene potencial (o por lo menos para quedar ahí) y pues al menos puedes ver hombres chacalones semidesnudos. Dicen arriba que están muy vigilados pero acá el encargado no se asomó ni una vez, ni nada, de hecho cuando salí no estaba y lo esperé un buen rato y nunca llegó jajaja
Fui a las 9 de la mañana, no sé si en otra hora haya más gente o algo.