Resulta que ayer andaba en la ciudad de México, un día muy lluvioso, así que me metí al metro a la línea naranja y un wey guapo de pants se estaba agarrando el pito por encima de su pants naranja, no le presté atención hasta que se bajó en la misma estación que yo, creo que era san joaquín, ahí se me quedó viendo y en uno de los pasillos laterales se bajo el pants y me bajó a dar unas 2 o 3 chupadas a su pito flácido aún, sólo que se veía muy preocupado por la gente y decidió irse, total que me volví a subir al metro y un wey de lentes se me quedaba ver y ver, tenía ojos lindos, se pasó al lado de mi asiento que estaba vacío y empezamos a agarrarnos la verga por encima del pantalón, sólo que en la siguiente estación se llenó el metro y tuvimos que bajarnos a la siguiente para en el pasillo él bajarme los shorts y darme una buena chupada de culo.
Ya era tarde así que sólo sucedió eso y me dispuse a irme a casa, tomando la dirección para llegar a la estación boulevard puerto aéreo de la línea 1.
En pantitlán como a eso de las 11:30 de la noche me subí al vagón e iba vacío, en eso vi que venía bajando un chavo las escaleras para subir y venía agarrándose el pito de una manera obvio y super caliente, así que apenas el wey se subio al metro se sentó y yo frente a él para agarrarle su verga erecta, sólo iba otro señor pero lejos.
El hizo lo mismo me desabotonó el short y me empezó a jalar la verga, pero lo hacía de una manera inreíble, sacaba su lengua, estaba en éxtasis.
Después me tuve que bajar en boulevard puerto aéreo y él hizo lo mismo, en el pasillo me comentó que iba a salir ahí, yo le dije que haría lo mismo.
Aquí viene lo bueno de la historia:
Nos salimos del metro y en el camellon donde hay muchos árboles empezamos a jalarnos la verga, pero el wey estaba muy caliente, era moreno, delgado, parecía militar, y me dijo que le había gustado mucho mi verga que si no le daba unos arrimones, total que se puso de espaldas y me empezo´a restregar su culo en mi verga.
Pronto yo estatba durísimo así que le dije déjatela meter, me puse el condón y se la dejé ir, el wey tenía un culo delicioso de piel super fina y no tardé mucho en venirme pues la adrenalina de estar cogiendo en plena vía pública con luz de lámparas a pesar de la noche y coches pasando a los dos lados fue algo muy loco.
El wey sólo me dijo nos topamos por acá otro día.
Jamás había cogido en la vía pública.
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