El otro día me tocó una experiencia muy rica en el camión, estaba esperando el camión en el CUCEA para irme al tren, lo malo y bueno (ahorita sabrán porque) es que estaban todos los chavos de la prepa, al parecer a esa hora salen de la escuela.
Total que todos los camiones se llenaban y no alcanzaba a subirme, en una de esas vi un 320 y corrí para alcanzarlo, total que igual se subieron muchos chavos y chavas, decidí irme hasta atrás porque me bajaba en el tren, cuando llegué hasta atrás estaba super lleno y me quedé en doble fila atrás de un chavo.
Estaba bien rico el condenado, guerillo, con unos pantalones pegados que le marcaban unas piernas y nalgas muy ricas. Lo vi de reojo y nadamás, hasta ahí no había pasado nada. Total que en lo que se subió toda la gente comenzamos a compactarnos más, en el reacomodo el chavo dio un paso atrás y por accidente me piso, me volteó a ver apenado y con una sonrisa me pidió disculpas. Yo le sonreí y le dije que no había problema.
Entonces se quito la agarradera de un hombro y dejo que su mochila colgara de su hombro izquierdo. Así pude ver su trasero completo, estaba muy bien, el chavo volteaba tímidamente, en una de esas hizo como que revisó la bolsa trasera de su pantalón y me rozó por "equivocación" la verga.
La verdad eso me prendió y se me comenzó a parar, el camión empezó a andar, había un chingo de tráfico y tenía que andar parándose a cada rato. En una de esas aproveché el pamboleo del camión y se la arrimé al chavo.
Al sentir mi verga dura el chavo hacia varios movimientos para rozarme y buscaba manera de pasar su mano para acariciármela.
Yo volteaba a los lados para ver si alguien nos veía, al parecer las mochilas disimulaban muy bien. Me prendí muy cabrón, la verdad no quería solo toqueteos y roces, pero al final le di un arrimón rico y me bajé en el tren.
El chavo me volteó a ver y nos sonreímos mutuamente como cómplices de lo que acabábamos de hacer.