Hoy 23 de diciembre de 2017 decidí conocer este lugar mítico.
Tomás la línea rosa y te bajas en la estación de la Merced, para quien no se ha bajado, ahí comienza la odisea. La salida del metro está conectada con el mercado del mismo nombre. La cantidad de puestos, vendedores marchantes, y demás es inmensa. Les recomiendo salir al eje 1 oriente y como es un laberinto de puestos pregunten a algún vendedor por donde se sale al eje es lo mejor. Procuren no llevar ni ropa de marca, ni nada llamativo ni ostentoso, más adelante les diré el porqué.
Cuando estén en el eje, caminen a la izquierda a la esquina de la calle Adolfo Gurrion, no se molesten en buscar el letrero con el nombre de la calle porque no lo van a encontrar pero verán que es una calle llena de puestos ambulantes a ambos lados de las aceras, la gente camina por el arrolló vehicular y los autos circulan por en medio.
Cuatro cuadras y a la izquierda es la calle San Ciprián en la que están los Baños anunciados con un letrero sobre su lado izquierdo. Esa calle sí tiene nombre.
Pagan 75 pesos por el general, así lo piden y entran a un pasillo estrecho, si vieron la película de el callejón de los milagros seguramente el ambiente de este lugar les recordará a los baños de la película, pero como sucede en estos casos la realidad supera a la ficción con creces. El lugar es pequeño, probablemente el edificio tenga más de 60 año, cero lujos, cero mantenimiento, limpieza sí ha de haber pero no es la más esmerada, tampoco es un estercolero, mucha decoración y música estridente de un gusto tropical y a veces propero.
Entregas el boleto al encargado y te da una sabana para usarla de pareo, te pide que subas al segundo piso donde hay unos mini cuartos con bancos para sentarte y quitarte la ropa. Recomiendo llevar una mochila ahí guardar la ropa y lleva tus propios aditamentos higiénicos y sandalias.
Entregas al dependiente tu mochila la cuelga en un cuarto al que sólo el tiene acceso y en cada clavo hay números y te dice en que número la colgó, es tu responsabilidad recordar ese número para que te devuelvan tus pertenencias. Entras a un cuarto con regaderas y una banqueta que sirve para masajes en este tipo de lugares. Pero a mi me recibió la imagen de un par de osos uno de treinta y tantos cogiéndose con las piernas al aire a otro de unos veintitantos. Pensé para mi, esto promete.
Me enjuagué y el agua caliente estaba perfecta. Frente a las regaderas está la puerta del vapor y entre a un espacio de unos 5 por 10 metros aproximadamente, eran las 3:30 aproximadamente,
prácticamente oscuro pero te acostumbras poco a poco y empiezss a distinguir, el lugar estaba concurrido no había donde sentarse, todo ocupado. La verdad no extrañë una iluminación artificial porque cada que abrían la puerta entraba luz y más o menos te hacías a la idea de quienes estaban y como estaban, además seamos sinceros si les digo que no es un lugar que se distinga por el mantenimiento para que quieres una instalación eléctrica mal cuidada en un espacio húmedo. Así son las cosas aquí y no se trata de críticar, es parte del encanto antropológico del lugar y si quisieran un mejor sitio ahí está el Sodome o el finisterre que son como los Primos de clase media alta y media baja de este vapor. Que aquí en el territorio nacional no hay un sauna gay de clase alta en everdad, pero es lógico dudo que estuviera concurrido como estos Baños San Ciprián.
Cuerpos variados, hombres obesos, gordos, llenitos, delgados y famélicos. Otros marcados pero no de gym, si buscan eso que hacen leyendo sobre estos baños? Hombres curiosos por el trabajo y marcas dos por llevar el diablito con mercancías de un lado a otro por el mercado o probablemente albañiles etc. Todos los oficios que forman cuerpos por el trabajo pesado están aquí representados. Me llamo la atención uno de brazo muy marcados y hasta six pack con un vergononón después de hacer lo típico, mirarlo, sentarme a su lado tocarme el pitó, tocárselo el mismo, luego tocarlo yo, tocarme él... Me dijo que fuéramos al piso de arriba donde me había cambiado y lo seguí me llevó hasta una puerta del fondo dónde había una especie de cuarto largo y estrecho donde se la jale y me la jalo y me dedo y supe que tendría que recibir ese pedazo en mi interior y él claramente intento voltearme para dejármela ir pero yo antes que Joto precavido llevaba mis provisiones de condones y lubricante y sin dejar de jueguetear con una mano con su pitó y con la otra sacar el condón y el lubricante, en mucho menos de lo que escribo todo esto ya la tenía toda adentro y él Arnold Swarszeneguer de la Merced se movía como una bestia en celo y estábamos pim pom y pim pom cuando entra otro que ya había visto antes delgado pero marcado con cara de Albertano de Maria de todos los ángeles y no se hagan que todos la vieron aunque no vean televisa pero seguramente en Netflix sí. Y que se quita la toga y deja asomar una verga más grande que la que me cogía y se puso para que se la mamara, pero yo solo se la jale, porque hay que tener un poco de sentido común no voy a ir por ahí pidiendo sus análisis médicos de enfermedades de transmisión sexual y pues en esas circunstancias es mucho más seguro coger con condón que mamar a pelo. Así que repetí la operación y mientras me ponía el otro fino fino filipino que le pongo a Albertano delgado pero marcado su respectivo condón y en un movimiento digno del mejor mago ilusionista o sea la David Copperfield, me cambié de verga y ahí me tenía el otro dale que te pongo gritando francamente como una perraca, que la verdad no seamos hipócritas, si ya andamos en esos menjurges para que se va a hacer uno de la cola chiquita.
Me hicieron venir mientras uno me cogía y el otro mamey me abrazaba y me besaba la nuca y aprovechaba para besar también al otro que me tenía bien ensartado como hilo en aguja.
Luego enjuagada de efluvios sexuales en la regadera y lavada concienzuda de todo el cuerpecitoque no está demás decir esta todo marcado por la horas de natación que a la semana dedico y que creo son un deber si quieren uno andar repartiendo placer pero escogiendo los mejores cortes disponibles. Además siempre se eleva el ego cuando te dicen: No te creo que tengas 40 pense que no tenías más de treinta y tres.
Luego en el vapor la organización ya estaba a toda marcha yo me sente en una plancha de mármol que sorprendentemente se encuentra al centro del cuarto y que pocas personas sabrán que es lo más caro de todo el mobiliario ahí disponible.
Sentado ya todo jalado y relajado no podía dejar de pensar que seguramente así mismo eran las bacanales romanas que se realizaban en las termas públicas have más de dos mil años y seguramente en una condiciones sociales e higiénicas muy similares a esas que estaba viviendo. Que orgullo ser parte de esa molero tradición que mezcla la homosexualidad, la socialization y el lavado del cuerpo.
Me empecé a magrear el pene y uno de no malos bigotes, nunca mejor dicho, fue a ofrecerme sus labios para coronar de lengüetazos mi verga dura pero tampoco soy culero y no voy andar dando explicaciones de que me ehecho mis exámenes y estoy limpio, que hablar de eso apaga el morbo, le ofrecí que me Chupara los cojones que eso también mola como dicen en Madrid.
Y en eso veo que mi Albertano me e y se sienta à mi lado y empieza a ofrecer ayuda a jalarmela y comencé a dedearlo y al tocarle ese ano lampiño, este se abrió como una margarita cuando los rayos del sol lo tocan. Y que me prendo y me pongo el condon y que me lo cojo y el otro jadeando placenteramente y yo al mismo tiempo jalado su verga, no pudo evitar estallar en un órgano que salpicó todo el piso del vapor y yo tampoco pude evitar venirme mientras sus esfínteres se estremecían alrededor de mi pito.
Nueva enjuagada lavada y bye. Pedí mis cosas subí a cambiarme y salir de regreso al metro en el camino se congestión el trafico con los marchantes en dirección al eje y de pronto un motociclista paso al lado de un taxi que estaba esperando poder avanzar con todos sus vidrios arriba y el pasaje en el asiento de atrás. El chófer llamaba por teléfono y de pronto estalló el vidrio de su lado, el motociclista Le arrebato el teléfono y se diga casi atropellando a todo mundo a su paso. El chófer sangraba de las mejillas. Triste recuerdo de que la violencia y el robo es el pan nuestro de cada día en este triste país, pero hasta en New York hay calles en las que más vale no dsr tentaciones a los amantes de lo ajeno.
Volveré? Seguramente si en otros países me he metido en peores lugares por andar con mis puterias y la verdad sea dicha me la he pasado más que bien en los Baños del pueblo.
Discreción & Diversión ¿Por qué restar y dividi si se puede sumar y multiplicar?
