Hace una semana tuve la oportunidad de escaparme a estos baños. No tenía muchas expectativas del lugar; sin embargo, me alegra haberme equivocado pues todo fue mucho mejor de lo que imaginé, les cuento:
Desde la recepción el trato fue bueno, buen precio en relación con lo que se ofrece ($65). Aparte de esta área cuenta con una barbería improvisada y la zona del desmadre. Esta cuenta con vestidores y algunos privados, mismos que son manejados por el personal quienes abren y cierran cuando se los solicitas. Seguridad para tus pertenencias? Cuentan con caja para depositar valores.
El área de vestidores desemboca en dos entradas a la zona que nos interesa, una da hacia lo que es el jacuzzi/regaderas y la otra directo hacia los cuartos de vapor. Son tres de estos, dos de ellos con su respectivo vapor e iluminados, el otro mas pequeño y sin luz, lugar donde se concentra casi todo el desmadre. Todo se veía limpio y como que no hace mucho tiempo renovaron las instalaciones, lo cual es un plus.
La clientela que asistió ese día similar a la de otros sitios, mucho chubby y mayor de 40 años pero también se ve mucho joven, algunos atléticos, casi no ví afeminados. 20-25 asistentes, bien para un lugar no muy grande como este. Ambiente chido, menos pose que en otros sitios. De repente todo el ligue se maneja a discresión pero nunca ví motivo para eso pues todos los asistentes ibamos a lo mismo.
El sitio se presta para mamar y fajonear, echar un palo lo veo como mas dificil porque no hay mucha privacidad, a menos de que se lo quieran aventar frente a todos los del cuartito oscuro. El jacuzzi está bien para una chaqueta mutua. El relajo es menos intenso, incluso lo sentí como tímido (por aquello de la discresión, ya comentado), hay que ir con mucha iniciativa. Cuestión de suerte, como en todo.