La mera verdad es que con todos mis ex lo hacía a pelo porque la idea de estar con otro hombre al natural me vuelve loco. Después de que quedé soltero el año pasado, me aventé como a 3 cabrones a pelo, 3 pinches desconocidos chacalosos y yo juraba y perjuraba que ya me había contagiado de VIH. En enero de este año, más con miedo que con ganas, me fui a hacer la prueba porque quería quitarme la angustia de saber si ya había cagado mi vida o no. La prueba salió negativa; no hay VIH en mí. Sentí un profundo alivio y desde entonces, por más que me entre la cosquillita de meterla o que me la metan a pelo, recuerdo el resultado negativo y uso condón con el objetivo de seguir sano.
Aclaro que esto no es una campaña en contra de las personas que tienen VIH. No hay ningún motivo o razón lógicos para discriminar a alguien que porta el VIH; sin embargo, no podemos negar que es una enfermedad y que como cualquier otra, es preferible mantenerse lejos de ella. Creo que no vale la pena años de tratamiento por unos segundos de una venida.
Lo importante es que ambos grupos (barebackeros y sólo sexo seguro) respeten la decisión del otro. Si alguien coge a pelo, sabe a qué le está tirando y ni pedo pase lo que pase. Sexo a pelo no es igual VIH; eso lo sé por experiencia. Igual no se vale que los que optamos por sexo con condón estemos chingue y chingue a los que quieren a pelo. ¿Quién chingados somos para decirles qué hacer o qué no hacer con su cuerpo! Que cada quién tenga sexo como más cómodo y seguro se sienta.